Soporte Vital Básico (RCP nuevo protocolo)

Soporte Vital Básico RCP En muchas ocasiones, un accidente puede provocar que se deba realizar el soporte vital básico debido a un paro del sistema respiratorio y éste no es capaz de hacer llegar el aire a los pulmones para que de lugar al intercambio de gases entre el oxígeno y el dióxido de carbono.

Al alveolo pulmonar no le llega el oxígeno a través de la sangre y, por lo tanto, las células se quedan sin aporte para sus procesos.

Dependiendo de la situación y la persona, si pasan entre 3 o 5 minutos esta falta de oxigenación acabará provocando un paro cardíaco y consecuentemente la muerte.

El cerebro humano es capaz de no presentar lesiones en ausencia de oxigenación un tiempo aproximado de 5-6 minutos.

A partir de aquí, comienza la degeneración neuronal que dura unos 4-5 minutos más. Ésta es una situación de muerte clínica y puede ser reversible si se consigue oxigenar el cerebro en estos minutos iniciales.

Pasado este tiempo, las células del cerebro mueren y esto ya es irreversible. Se produce la muerte biológica o muerte real de la víctima.

¿Cuáles son las causas de una parada cardio-respiratoria?

Las causas por la que una persona llega a este tipo de situación son muy diversas aunque las principales son:

  • Ahogo
  • Falta de oxígeno en el medio
  • Gases tóxicos (p.ej alta concentración de monóxido de carbono, azufre,…)
  • Cuerpos extraños en las vías aéreas
  • Crisis asmática
  • Anafilaxia u otros estados de shock
  • Electrocución
  • Ataque cardíaco
  • Traumatismo craneoencefálico o en el tórax
  • Pérdida de conciencia (p.ej un desmayo, golpe de calor,…) en la que se pierde el tono muscular de la lengua o el cuello y se obstruye la faringe.
  • Sobredosis de drogas y determinados fármacos

Protocolo de actuación recomendado ante un paro respiratorio:

  • Prevención: Se eliminará todo aquel peligro que amenace a la víctima y a la persona que ofrece el soporte o ayuda. No se dejará nunca a la víctima sola.
  • Valoración del estado de conciencia.
  • Aviso: Se avisará a las personas de contacto más cercanas y se activará la cadena de socorro para que asista el soporte médico lo antes posible.
  • Valorar la existencia de paro respiratorio. Se comprobará el pulso y la respiración visualmente mediante la simple observación del movimiento de la caja torácica y, para mayor seguridad, arrimaremos nuestra cara para notarla y sentirla de cerca. Si la víctima respira, entonces se colocará en posición de seguridad (PLS) y se esperará a la llegada de los servicios de urgencias.
  • Se coloca a la víctima en posición de reanimación cardiopulmonar o decúbito supino en una superfície lo más lisa y dura posible.
  • La persona que realiza el soporte se sentará arrodillado al lado de la víctima a la altura de la clavícula.
  • Se comprueba la existencia de cuerpos extraños que puedan obturar el paso de aire. A veces, en accidentes de circulación la víctima tienen cristales en el interior de la boca u otro tipo de objeto. Es conveniente retirarlos mediante un movimiento de gancho con el dedo índice y sin causar el mayor trauma posible.
  • Se abre la vía aérea mediante la maniobra frente-mentón, controlando la columna cervical ya que en el caso de que exista lesión medular podemos agravar la situación.
  • Se vuelve a comprobar que la víctima no respira. Si no respira, el riesgo de parada cardio-respiratorio es muy elevado. Por ello, debe comprobarse el pulso de la arteria carótida situado en el cuello.
  • Se inicia el nuevo protocolo de RCP que proporciona la ventilación artificial mediante aire expirado (que contiene alrededor de un 15-18% de oxígeno) e insuflado a la víctima, combinándolo con una serie de masaje torácico.
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Ahora bien, para inciar el protocolo de soporte vital básico o RCP estamos ante estas situaciones:

  • Víctima inconsciente
  • No hay respiración
  • No hay pulso

Reanimación Cardio Pulmonar Básica (Protocolo RCP)

Colocada ya la persona en decúbito supino (estirada hacia arriba y los brazos extendidos a lo largo del cuerpo), se localiza el punto de compresión que está situado en la parte inferior de las costillas justo donde se unen al esternón.

 

La persona que realiza el soporte colocará sus dedos índice y corazón juntos en el punto de compresión. Sobre estos dos dedos, se colocará el talón de la otra mano en el tercio inferior del esternón. Ahora, el talón de la primera mano se coloca encima de la segunda y se entrelazan los dedos.

La persona ya está preparada para realizar el soporte.

Para comprimir, debe hacerse con los brazos rígidos pero sin fuerza. La persona que socorre cargará verticalmente el peso de su cuerpo sobre los brazos y comprimirá el punto elegido.

El nuevo protocolo de RCP establece la siguiente frecuencia:

30 COMPRESIONES (iniciales)

2 INSUFLACIONES

El ritmo establecido es de 100 compresiones / minuto, aunque la American Heart Association está redefiniendo de nuevo las pautas.

Las 2 insuflaciones o ventilaciones se pueden realizar de la siguiente forma: una insuflación, maniobra de frente-mentón y segunda insuflación entre o no entre aire.

El proceso de insuflar o boca a boca requiere:

  • Vía aérea abierta
  • Tapar la nariz de la víctima con la mano que sujeta la frente para que no se escape el aire que estamos aportando.
  • Comprobar que el tórax se eleva en la insuflación
  • Dejar salir el aire insuflado mientras se vuelve a inspirar para realizar la segunda insuflación.
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Existe un PDF sobre RCP que puso a disposición la Cruz Roja Española para todos aquellos interesados en aprender esta técnica de vital importancia para salvar vidas humanas.