Las heridas son lesiones que producen un desgarro en la piel como consecuencia de un agente que condicionará su gravedad y su clasificación. Una herida puede ser incisa, contusa o penetrante, y esto viene determinado por la profundidad, la extensión afectada, presencia de elementos tales como cristales, tierra u otros restos, y el tipo de hemorragia.
La hemorragia es una pérdida de sangre que se produce por la rotura de vasos sanguíneos al padecer una herida, una contusión, una fractura, una fisura o una patología.
Ante heridas pequeñas o leves los pasos a seguir son:
- Asepsia: lavarse las manos y/o usar guantes estériles por parte de la persona que va a realizar la cura.
- Limpieza: Limpiar la herida con agua y jabón: El agua no debe incidir directamente sobre la herida (p.ej del grifo directamente a la herida existe una presión que puede hacerla empeorar) y el jabón si puede ser pH ácido mejor. De todas formas, el objetivo fundamental de esta limpieza es arrastrar todos los restos o elementos que hayan quedado en la superfície o borde de la piel. El agua oxigenada también es un elemento de limpieza y ayuda a disminuir la hemorragia pero su actividad desinfectante en mínima comparada con otras sustancias.
- Desinfección: Se emplea preferentemente clorhexidina o povidona yodada. Esto se hace mediante una gasa esteril empapada. El algodón no es recomendable (sus pequeñas fibras quedan enganchadas en la herida y no permiten una correcta limpieza). La forma de usar la gasa siempre será desde adentro hacia afuera de la herida. Dependiendo de la herida, en muchas ocasiones se necesita cortar trozos de piel con una tijera para favorecer la limpieza y desinfección de los bordes. ¿Y el alcohol? Pese a estar presente en todos los botiquines, no actúa con la misma potencia que otros desinfectante, además que puee provocar quemaduras en la piel y deshidratación. Es un buen desinfectante cuano actúa por inmersión durante horas.
- Mantenimiento: Si el corte o la herida lo requiere, tras la desinfección puede colocarse una gasa sobre ésta. Para evitar el contacto directo y que se produzca un «enganche» a la herida suele utilizarse vaselina o gasas ya impregnadas, y pegarlas posteriormente con esparadrapo. En el caso de que la herida posea los bordes separados (pero con una profundida que no requiera puntos de suturo), entonces se emplearán puntos de papel. Los polvos antibióticos y pomadas no están recomendados salvo prescripción médica.
- Control: Debe cambiarse la gasa cada día y limpiar la herida con agua. Se evitará la exposición directa con el sol, y si se puede, se hidratará la zona con vaselina o crema hidratante para que pueda favorecerse la caída de la costra.
Protocolo de actuación para heridas graves
Se consideran heridas graves aquellas en la que se implica almenos un factor de gravedad:
- Herida con pérdida de sangre
- Heridas sin tratar (mínimo 6 horas)
- Heridas con riesgo de infección por presencia y movimiento de cuerpos extraños
- Herida muy extensa que no permite cicatrización
- Herida profunda
- Heridas que afectan a tórax, abdomen, orifios naturales o articulaciones
¿Qué haremos en estos casos?
La asistencia médica para casos graves es obligatoria. Ante la duda, no actuar por lo que se recomienda:
- Activar PAS : la cadena de socorro
- No extraer nada de la herida (cuerpos extraños, material clavado,…)
- Envolver la herida con un apósito o una gasa que pueda abarcar toda la extensión de la misma (puede mojarse con agua, suero fisiológico o yodo)
- Controlar la hemorragia (para casos muy graves en los que la vida de la persona o la función de una o varias extremidades dependa del tiempo de reacción).
- Si hay en el medio cualquier tejido, ropa o pañuelo puede realizarse un vendaje provisional, envolviendo la zona sin tocar nada (por ejemplo, para manos o pies).