Medicamentos Analgésicos y Antiinflamatorios

Este tipo de medicamento es el más usado y útil en caso de dolor generalizado, dolor muscular y fiebre. Los tres principales activos conocidos son el paracetamol, el ácido acetilsalicílico y el ibuprofeno.

Hoy día, la primera opción por parte del personal sanitario suele ser el paracetamol. Primero, porque tiene menos interacciones con otros fármacos. Y segundo, porque es una molécula que resiste mejor las altas temperaturas y lo hacen ideal para los países cálidos. De todas formas, el paracetamol no posee un efecto antiinflamatorio por lo que para otras dolencias hay que recurrir a los otros dos y sus derivados.

Para dolores tipo lumbago, ciática o que tengan que ver con las articulaciones, se suele combinar analgésicos junto con antiinflamatorios e incluso vitaminas del grupo B (b1,b6,b12). Esta mezcla de antiinflamatorios permite una rápida absorción de los componentes, lo que se traduce en que alivian el dolor rápidamente.

dolor muscular En cuanto al ácido acetilsalicílico en el marco de un botiquín, éste suele emplearse básicamente para otras patologías (aunque es un antiinflamatorio, antipirético y analgésico) como la trombosis venosa profunda que se produce en viajes largos en avión, en el que puede padecerse el síndrome de la clase turista. Mucha gente, además de llevar puestas medias de compresión graduadas, se toma 500 mg de ácido acetilsalicílico para mejorar la circulación sanguínea de las extremidades inferiores, las piernas.

Cuando el dolor es consecuencia de un golpe, esguince o una distensión, es preferible dejar actuar a los principios activos de forma local mediante un AINE (antiinflamatorio de núcleo esteroideo) tópico. Aquí, encontramos gran variedad de cremas, geles y pomadas que contienen ibuprofeno, diclofenaco, aceclofenaco, dexketoprofeno o piketoprofeno, entre otros.

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Si nos decantamos por la homeopatía, se pueden utilizar cremas que contenga cepas con acción antiinflamatoria. Éstas pueden ser, basadas en la Arnica Montana o antinflamatorias propias, o bien, de tipo rubefaciente. Este efecto es el que se conoce como «calor local» .

  • Activos rubefacientes: salicilato de metilo, esencia de trementina, mentol, alcanfor, aceite de cayeput.
  • Activos antiinflmatorios: harpagofito, hipérico