Para un paciente o persona, una urgencia médica se define como aquella situación en la que se requiere una atención sanitaria urgente. Los primeros auxilios, por tanto, son acciones que se realizan de forma inmediata ante urgencias que pueden poner en riesgo la vida del paciente, o bien, necesitan una atención posterior por parte del profesional sanitario.
Obtener un conocimiento básico de cómo afrontar ciertas situaciones que , normalmente ocurren en el hogar (sobretodo en niños y personas mayores), y saber cómo utilizar un botiquín de primeros auxilios puede ayudarnos en un futuro a prevenir (en la mayoría de ocasiones) un empeoramiento de la situación del herido y/o a mejorar su pronóstico y evolución.
Para ello, la OMS clasifica las urgencias en:
- Enfermos o heridos, que a medica que se incrementa el tiempo de tratamiento médico también se incrementa su mortalidad o empeora su pronóstico
- Enfermos o heridos en los que su asistencia puede demorarse una hora o más y su traslado se puede hacer con o sin asistencia médica
- Enfermos, heridos o víctimas en los que la demora de asistencia no produce una modificación de su pronóstico.
Cuando se produce un accidente, independientemente del tipo que se trate, existen unas premisas fundamentales que todo ciudadano debería cumplir, así como una actuación universal para casos de emergencia conocida en la actualidad por la siglas PAS:
- Proteger: A la víctima o accidentado y a uno mismo.
- Avisar: A los servicios de atención sanitaria o autoridades competentes para activar la cadena de socorro
- Socorrer: Al accidentado o herido.