La tendencia natural de los animales es la de no atacar al ser humano a no ser que se sientan amenazados. Cuando un animal pica lo que hace es inocular un veneno o tóxico que puede ser leve o grave según la especie. El otro problema que genera es que cuando pica, en la zona del mordisco aparece una herida que se puede infectar.
Dentro de los artrópodos, encontramos los insectos, las arañas y los escorpiones como los animales más agresivos de menor a mayor grado. Las picadas de insectos en raras ocasiones son graves. Las principales complicaciones se dan cuando:
- La persona recibe varias picaduras, sobretodo si están concentradas en la cara y el cuello.
- Si existe una hipersensibilidad al tóxico o veneno que pueda originar algún tipo de reacción alérgica o shock anafiláctico.
- Si la picadura se produce en el interior de la boca y la inflamación pueda perjudicar a la respiración de la persona.
- Si la picadura se produce en un bebé o una persona mayor.
Los insectos que con más frecuencia suelen picar al ser humano son:
- Mosquitos (las hembras)
- Tábanos
- Avispas
- Abejas
- Pulgas
- Hormigas
- Piojos
Las picaduras de mosquitos son las más populares entre la población. La picadura de mosquito se produce por una hembra que busca sangre. Nuestra única prevención es el uso de mosquiteras, repelentes y material anti-mosquitos. Existe gran variedad de ellos, siendo los más peligrosos los que pueden ser vectores de parásitos. A nivel nacional, es el mosquito tigre uno de los más agresivos ya que es capaz de endurecer y necrosar la zona de piel donde ha picado ocasionando unas lesiones considerables.
Los tábanos son insectos voladores parecidos a la mosca común y se alimentan de la sangre de animales, incluida la del ser humano. Éstos suelen también ser portadores de enfermedades ya que además de romper tejido cutáneo cuando muerden también chupan sangre capilar pudiendo inocular parásitos u otras formas vectoriales que contengan en su organismo.
Las avispas y las abejas no necesitan sangre humana. Su picadura se produce como mecanismo de defensa. Por eso, para evitar sus picaduras se aconseja estar muy quieto y no realizar movimientos bruscos. Las abejas realizan solamente una picadura mediante un aguijón que contiene veneno situado en su abdomen. Una vez pican, éstas mueren en la acción. El problema radica en que el aguijón queda clavado en la piel por lo que la persona se encuentra ante 3 amenazas: herida con riesgo de infección, toxina y un cuerpo extraño clavado.
Las avispas pican pero no dejan el aguijón, sino que lo mantienen preparado para realizar otra picada. Éste es su peligro, que pueden picar una y otra vez, y si son varias, pueden ocasionar problemas muy graves en la persona.
Las garrapatas son más frecuentes en el medio rural. Estos arácnidos (no son insectos y se tratan en el artículo adecuado) se adhieren a nuestra piel al pasar por arbustos o matorrales, o bien, desde algún animal cercano que esté muy invadido. Tras la adhesión avanzan hacia zonas de nuestro cuerpo con una temperatura más elevada como las axilas, inglés o el cuero cabelludo. Una vez allí, se inicia el proceso de chupar sangre. El problema es que son portadores de muchas toxinas, bacterias o parásitos y pueden perjudicar seriamente al hombre (Enfermedad de Lyme) , sobretodo a los niños (existe una toxina paralizadora).
Lo más normal es que la mordedura de garrapata no transmita nada, aunque los síntomas más comunen tras su picada suelen ser: salpullidos, ampollas, dolor fuerte, hinchazón, debilidad incluso estados febriles pasadas unas horas.
¿Qué es lo que se siente cuando la persona recibe una picadura?
Lo primero que se siente es dolor. La intensidad del dolor dependerá del tipo de insecto. Los mosquitos prácticamente no causan dolor, en cambio, la picadura de una abeja e incluso la mordedura de varias hormigas es dolorosa.
Tras el dolor, la zona se agranda y se inicia un proceso inflamatorio que cursa con edema y picor.
¿Cómo se debe actuar ante la picada de un insecto?
A excepción de la picadura de abeja, trataremos la picadura como si se tratase de una herida por lo que se limpiará la zona y se aplicarán compresas frías.
Nunca debemos rascarnos la zona ya que lo que hacemos es activar la microcirculación y, posiblemente, distribuyamos el veneno o toxina inoculado lo cuál originará aún más picor y enrojecimiento de la zona.
Muy importante en el caso de las avispas
La primera picadura de avispa inocula un veneno o toxina al que puede que no estemos inmunizados y quedaremos sensibilizados. Si la avispa vuelve a picar, en esa segunda picadura, puede tener lugar una reacción alérgica que puede ser grave. Hay que estar atentos a unos síntomas básicos y trasladar a esa persona a un servicio médico urgentemente ya que puede desencadenarse un shock anafiláctico:
- Malestar general (puede haber náuseas y vómitos)
- Enrojecimiento o hinchazón de zonas dónde no ha picado la avispa (zonas alejadas)
- Sensación de ahogo
- Enrojecimiento y picor general por todo el cuerpo
Para las abejas, cogeremos el aguijón con mucho cuidado mediante unas pinzas. Hay que evitar que se rompa en medio del proceso, puesto que puede liberar veneno y provocar bastante dolor a la persona. Si se cree conveniente, se puede desinfectar con povidona yodada una vez esté fuera el aguijón.
Si se rompiese el saquito del aguijón, sería conveniente pasar a la herida durante 15 o 20 minutos un algodón con bicarbonato. También, y como remedio casero, aplicar un desodorante que contenga sales de aluminio. Esto lo que hace es neutralizar la toxina y que la persona no tenga aún más dolor. Seguidamente, debe administrarse algún analgésico (también en el caso de las avispas) y acudir al servicio de urgencias para que hagan una valoración.
Tratamiento General y Remedios Tradicionales para la picadura de Mosquito
- Amoníaco y sales de amoníaco: son muy eficaces (también para la picadura de avispa) si se aplica justo cuando han picado.
- Vinagre (derivados ácido acético): Frotar con una gasa encima de la picadura aliviará el picor ocasionado.
- Infusión de Manzana: Se deja enfriar y luego se aplica sobre la piel (contra más concentrada sea la infusión, mejor).
- Limón: Se puede coger una pulpa de limón y frotarla sobre la herida
- Cloruro sódico: Mojar la picadura con sal. Favorable para las toxinas y la penetración de bacterias.
- Aceite de árbol del te: aplicar varias veces al día.
En el artículo dedicado al botiquín de viaje, existe una lista de los repelentes comerciales más solicitados para la prevención en zonas de riesgo.