Primeros Auxilios en caso de Desmayo o Desvanecimiento

Las enfermedades o patologías que muestran unos síntomas rápidos en el tiempo son de vital importancia que sean reconocidas por aquellas personas que puedan identificarlas rápidamente y poder actuar en la medida de lo posible, pues en ocasiones, la vida de la persona puede depender de ello.

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Existen una multitud de enfermedades de aparición súbita o enfermedades que, ante ciertas condiciones, pueden aparecer repentinamente sin previo aviso, generando una situación de alarma y emergencia en la persona afectada.

Desmayo, síncope o lipotimia

lipotimia

La afectación se produce en el sistema nervioso central y suponen una pérdida momentánea del conocimiento que puede ser de segundos o incluso minutos.

Esta pérdida de conocimiento acompañada de la pérdida también del tono muscular, en la mayoría de casos, se produce como consecuencia de una bajada de la tensión arterial y una vasodilatación.

Esto hace que no llegue suficiente sangre al cerebro o ésta no llegue con suficiente fuerza como para irrigar los vasos sanguíneos, por lo que los síntomas básicos previos al desmayo son:

  • Falta de fuerza
  • Vértigo
  • Palidez
  • Sudor frío
  • Sensación de pérdida de conocimiento
  • Zumbido de oídos
  • Visión borrosa
  • Náuseas o vómitos

Cuando una persona se marea, además de la tensión baja, se pueden estar ocultando otras patologías de tipo cardíaco, neurológicas o musculares.

Por ejemplo, la afectación de la zona cervical puede producir vértigos, mareos, sensación de desmayo y dolor de cabeza, pero no hay pérdida del conocimiento.

Los estímulos desagradables y ciertos factores también pueden provocar en la persona sensación de mareo e incluso producir el desmayo como son:

  • emociones fuertes
  • estrés
  • fatiga
  • no haber descansado lo suficiente
  • falta de líquidos
  • exposición prolongada al sol
  • miedos
  • ver sangre o cualquier elemento que sea desagradable para la persona.

El síndrome ortostático o postural es aquel que cuando una persona está tumbado o sentada y se levanta de forma brusca produce una alteración en el organismo que puede afectar zonas del oído o a la tensión arterial, produciendo mareos, pérdida de fuerza e incluso el desmayo de la persona.

Las personas mayores y aquellas con hipotensión son las más propensas a padecerlos.

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En cambio, los desvanecimientos se asocian más a personas jóvenes y adultas.

En personas mayores, debemos tener cuenta no confundir este tipo de desmayo con un accidente cerebro vascular (ACV) o un infarto de miocardio ya que se suele asociar a otros factores de riesgo como:

  • Hipertensión
  • Diabetes
  • Colesterol elevado
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¿Cómo actuar ante un desmayo?

Si la persona está todavía consciente nos lo hará saber verbalmente, y si notamos algunos de los síntomas descritos y vemos que inicia el mareo, entonces lo primero que debemos hacer es sentarla y colocarla en un posición en la que agache la cabeza entre sus piernas (la cabeza metida entre las rodillas y mirando hacia abajo).

Antes de atender un desmayo debemos saber diferenciar el estado de consciencia de la persona, lo que ayudará a verificar si nos encontramos ante un desmayo u otra afectación más grave. Y si no sabemos lo que hacer, no hagamos NADA, simplemente solicitaremos AYUDA.

Otra de las posiciones, y quizás la más extendida, es aquella en que tumbamos a la persona decúbito supino (estirada, mirando hacia arriba) y elevar unos centímetros sus piernas con ayuda de algún cojín, caja, complemento que haya cerca.

Ambas posturas son válidas y su objetivo es hacer que la sangre llegue al cerebro para recuperar el estado normal de irrigación de la zona y evitar que se produzca el desfallecimiento, o si ya se ha producido, que sea en un breve período de tiempo.

Si se levantan las piernas, hay que asegurarse de desabrochar cualquier complemento que origine presión en la persona como cinturones, bolsos o tirantes.

También debe ventilarse la zona dónde se encuentra la persona en el caso de sitios o habitaciones cerradas, ya que cuando ésta se vaya incorporando debe hacerlo con tranquilidad y ayudarla poco a poco a incorporarse.

Las piernas se elevarán una media de 30cm, aunque dependiendo de la constitución de la persona siempre debemos tener en cuenta de que éstas deben estar por encima de la altura del corazón.

Si la persona vuelve a desvanecerse una vez se incorpore de nuevo, volvemos a repetir la operación pero si el tiempo en el que está inconsciente se hace más largo o ésta queda inmóvil, no tiene tos o no reacciona frente a estímulos sonoros o al tacto, entonces la situación puede tornarse algo más grave.

Diferenciar desmayo de otras patologías graves: cuando la emergencia es vital

Cuando una persona se desmaya o se desvanece sin previo aviso, es normal que las personas próximas que desconozcan el motivo real de lo que pasa se sientan muy alarmados y traten de avisar cuanto antes a los servicios de emergencias o a otras personas.

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Lo primero que se comprueba es el estado de conciencia de una persona, llamándola para ver si reacciona.

Generalmente, se puede pasar a tocarla en un brazo para ver si reacciona como mínimo al tacto.

Si ambas respuestas son negativas, se comprueba si respira.

desmayo

El pulso también puede verificarse, pero en la actualidad si la persona no tiene experiencia previa pueden darse falsos positivos, por lo que tomar el pulso no es algo fiable en este tipo de situaciones que no se dan en el entorno hospitalario ni en ninguna circunstancia que implique profesionales médicos inmediatos.

Si la persona no respira, debe iniciarse la reanimación cardiopulmonar (RCP) y llamar al número de emergencias.

Hay que pensar que si el corazón se detiene, la sangre no llegará al cerebro pudiendo ocasionar graves lesiones cerebrales en cuestión de minutos e incluso la muerte de la persona en 8 o 9 minutos.

La RCP sin tener conocimientos o sin capacitación debe ser solamente mediante compresiones torácicas en el pecho (100-120 por minutos) hasta que llegue la ayuda, o bien, hasta que la persona comience a respirar.

Nota sobre la RCP con compresiones torácicas: No se aplica a bebés, aunque sí a niños. En el caso del bebé, se realiza el masaje torácico con dos dedos y cada 30 compresiones se realiza 2 insuflaciones de aire.

Puede darse el caso de que la persona haya sufrido un accidente y se haya lesionado en la caída a causa del desmayo, por lo que es posible que también debamos recurrir al tratamiento de heridas y/o contusiones o provocar presión para evitar salida de sangre y hemorragias.

Por último, recordar que si la persona respira, pero está inconsciente y NO sabemos el motivo, nuestra misión siempre es AVISAR y posteriormente tratar de incorporarla.

Existen otras causas que pueden ocasionar desvanecimientos como son la epilepsia, asma, shock anafiláctico o la diabetes, por lo que hay que ser muy prudente y actuar solamente con criterio y seguridad.