Los productos químicos, además de quemaduras, pueden producir en el organismo otros efectos como reacciones alérgicas, intoxicaciones, asfixia y problemas en la piel y en los ojos. Las quemaduras o lesiones producidas por estos compuestos se denominan causticaciones o, simplemente, quemaduras químicas.
Tanto si el origen es ácido como alcalino, las lesiones producidas por concentraciones elevadas e incluso normales pueden ser graves.
Esto es debido a que, a diferencia del fuego, estas sustancias pueden penetrar más profundamente en la piel aumentando el tiempo de contacto con la persona.
¿Qué pasa cuándo una persona se quema con un ácido o base?
Si la lesión es debida a un ácido, entonces las lesiones producidas adquieren un color marrón oscuro, de textura seca y con aspecto de costra. Es como un bronceado duro. En cambio, las lesiones por productos alcalinos o bases originan quemaduras blanquecinas y húmedas, con un tacto resbaladizo.
¿Cómo actuar ante una quemadura química?
El tratamiento general de las quemaduras químicas va a depender, por supuesto, del tipo de agente que ha provocado la lesión. A excepción de causticaciones de productos en la forma sólida o polvo (p.ej cal viva, perlas de sosa,…), el tratamiento consiste en:
- Adecuar a la persona que va a prestar los primeros auxilios con guantes, gafas de seguridad o incluso mascarilla.
- Asegurar la zona para que no se produzca más derrame o escape si fuese necesario.
- Alejar a la persona (si se puede) del lugar del accidente.
- Lavar con agua abundante la zona. Si hay gran parte de la superficie quemada, hay que duchar a la persona.
- Quitar la ropa, calcetines y zapatos mientras se pasa el agua de la ducha ya que pueden estar impregnados de cáustico. Mientras hay líquido seguirán habiendo lesiones por lo que es muy importante retirar todo residuo que pueda quedar sin que afecte al prestador de socorro.
- Para extremidades o determinadas zonas del cuerpo que estén localizadas, se intentará no dar mucha presión al grifo del agua o manguera ya que esto puede ocasionar que se erosione aún más la piel. Tampoco hay que quitar toda la presión ya que sino el agua no podrá arrastrar el líquido residual que quede en el tejido cutáneo. Por tanto, una solución es apuntar o mojar directamente en una zona cercana del perímetro dónde se encuentra la lesión para que la presión no choque directamente pero que tenga suficiente fuerza para arrastrar los líquidos adheridos.
- Para asegurarnos de que el líquido está totalmente eliminado es aconsejable lavar la zona durante 20 MINUTOS.
- Si la persona se queja de dolor y tras lavar con agua, éste desaparece, entonces es conveniente esperar 15 minutos más y proceder a un segundo lavado de 10 minutos extra.
- Si la afectación se produce en los ojos, también habrá que lavarlos con agua durante 20 minutos a una temperatura de 20ºC. En fábricas, instalaciones y laboratorios existen puntos de lavado ante cualquier quemadura en la zona visual.
- Después del lavado, las lesiones deben taparse mediante apósitos sin llegar a comprimir demasiado.
- Si la persona sigue dolorida, habrá que ir lavando 5 minutos con agua y cambiar el apósito.
- Por último, y sea cuál sea el tamaño, la extensión o el estado de la persona, ésta debe ser trasladado al centro médico más cercano.
Debe considerarse que si el lavado se hace remojando la zona en pequeñas cantidades, tanto un ácido como una base (dependerá de su estructura molecular) pueden reaccionar con el agua y dar lugar a un agravamiento de la lesiones.
Para los casos de cal viva y productos sólidos o en forma de polvo es recomendable NO lavar la zona con agua en un principio puesto que pueden formarse líquidos corrosivos. Así que lo primero que hay que hacer es:
- Eliminar todos los restos de producto seco de la piel
- Eliminar todos los restos de producto seco de la ropa. Si es posible, quitarla.
- Asegurarnos que queda muy poco producto o prácticamente es inapreciable.
- Lavar con agua abundante, rápido y de forma seguida durante 20-25 minutos.
- Trasladar a la persona al centro médico.