Mal de Altura

Mal del altura o de montaña Cuando se asciende a alturas superiores a los 3000 – 3500 metros, nuestro organismo puede padecer un graves trastorno conocido mal de altura o «mal de montaña«.

Esto es consecuencia de una disminución de la presión atmosférica y conlleva a un descenso en el paso del oxígeno a la sangre.

Para evitarlo, se requiere una adecuada preparación, un tiempo de adaptación y, sobretodo, conocer el problema al que nos enfrentamos.

Observando la tabla, se hace evidente que esta diferencia va a incidir en la función de determinados órganos que, se verán severamente afectados llegando incluso a disminuir prácticamente su actividad.

¿Cuáles son las causas del mal de altura?

Las causas más frecuentes para padecer el mal de altura son:

  • Ascender más de 3.000 metros de altura sin preparación física previa.
  • Ascender gran altura mediante el uso de vehículos  o aparatos sin preparación o equipo adecuado.
  • Viaje o un traslado de vivienda a una zona de alta montaña o a gran altura sobre el nivel del mar.
  • Descompresión de la cabina de avión sin aporte de oxígeno supletorio.
Diferencias de Presión Atmosférica(en mmHg)
Diferencias de Presión Atmosférica(en mmHg)
Nivel del Mar (0 metros)Nivel de Montaña (a 6000 metros)
760 mmHg349 mmHg
21 % Concentración de Oxígeno21% Concentración de Oxígeno
159 mmHg Presión O2 en aire73 mmHg Presión O2 en aire
97 mmHg Presión O2 en sangre37 mmHg Presión O2 en sangre

 

¿Cuáles son los síntomas que aparecen cuando se tiene mal de altura?

Los síntomas son variados y dependen en gran medida de los cambios bruscos de altitud, condiciones externas y de la propia persona.

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Se establece una zona de seguridad que se sitúa entre los 1000 y 3500 metros, y a partir de la cuál ya es necesaria una adaptación al medio:

  • 2.200-2.400 metros de altura: Aumenta la frecuencia respiratoria
  • 3.000-3.500 metros de altura: Taquicardia
  • 4.500 metros de altura: Disminuye la capacidad pulmonar
  • 5000 metros de altura: Debilidad, náuseas y vómitos
  • 5500 metros de altura: Episodios de insomnio
  • 6000 metros de altura: Transtornos de la visión
  • 6900 metros de altura: Pérdida de la conciencia

Si no existe una adaptación esta sintomatología puede derivar a problemas más graves de salud:

  • Edema pulmonar
  • Edema cerebral
  • Fallo cardíaco
  • Fatiga muscular
  • Hemorragia retiniana

¿Cómo se puede prevenir el mal de altura?

La prevención básica para no sufrir este mal empieza por una buena preparación física centrada sobretodo en ejercicio aeróbico.

Una persona sana puede tolerar los cambios de presión mientras asciende si lo hace de forma lenta:

  • 400-600 metros de desnivel por día
  • 1 jornada de descanso por cada desnivel

Esto ya es suficiente para provocar un aumento en la producción de hematíes y aumentar el contenido en hemoglobina ( cifras de referencia: 15-20 g por 100 ml).

Con ello, la difusión del oxígeno está asegurada al pulmón en un 20-25% más por lo que también aumentará el número de mitocondrias para usar el aporte de oxígeno adaptado.

Consejos para no tener mal de altura

También deben cumplirse una serie de requisitos que van a depender de la propia persona:

  • Evitar las bebidas alcohólicas los primeros días
  • Evitar la administración de sedantes y anticonceptivos orales
  • Rebajar el aporte de sal en las comidas
  • Se desaconseja el tratamiento contra la malaria ya que esconde la sintomatología del mal de altura.
  • Equiparse con el equipo adecuado (traje, oxígeno,…)
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¿Existe algún tratamiento para el mal de altura?

En la actualidad, existe un principio activo capaz de combatir este transtorno y es la acetazolamida.

Este fármaco que se administra previamente al ascenso (o descenso, en caso de espeleología) para paliar el efecto respiratorio que supone la aclimatación.

Se toma 12 horas antes de empezar y en los 2 días siguientes.

La acetazolamida se comercializa en España bajo el nombre de Edemox y se presenta en un envase de 20 comprimidos, cada uno de ellos con una dosis de 250mg.

Su indicación, según el prospecto, es el tratamiento de la retención de líquidos consecuencia de medicamentos o de un desajuste hidrosalino (efecto diurético), tratamiento del glaucoma crónico y secundario y el tratamiento de la epilepsia del pequeño mal.

Realmente, su función para el mal de altura radica en su mecanismo de acción ya que es un inhibidor de la anhidrasa carbónica.

Esta enzima se encarga del control y la regulación entre sales y agua en el organismo, muy útil ante cambios de presión.

Acetazolamida Contraindicaciones

Esta contraindicado en pacientes con insuficiencia hepática, insuficiencia renal, y durante el primer trimestre del embarazo.  Interacciona con anticonceptivos orales y antidiabéticos orales.

Usted debe consultar con su médico antes de tomarlo por su cuenta ya que, como toda medicación, la acetazolamida posee efectos secundarios (sensación de hormigueo por las extremidades) y contraindicaciones diversas.